Dicen que de todos los sentimientos humanos "la gratitud", es el más efímero.
El saber agradecer es un valor en el que pocas veces se piensa. Las abuelas decían: "de gente bien nacida, es ser agradecida".
Para algunas personas es muy difícil dar las "Gracias" por los pequeños servicios y/o aportes cotidianos que recibimos, tales como: el desayuno, la ropa limpia, la oficina aseada y ordenada, una respuesta, un halago, un aporte, una palabra, una sonrisa o simplemente la cama donde depositamos nuestro cuerpo y recargamos energías, amén del techo que nos cobija.
Ser agradecido es más que saber pronunciar unas palabras de forma mecánica y repetida por inercia o costumbre; la gratitud es aquella actitud o expresión que nace del corazón, que se siente vibrar como una manifestación de aprecio a lo que alguien más ha hecho o aporto por nosotros y hacia nosotros.
No siempre contamos con la presencia o acción de alguien conocido para salir de un apuro, resolver un percance, un accidente, una salida victoriosa, ó sentir que somos importante para alguien.
El camino para vivir el valor del agradecimiento tiene algunas notas características que implican:
- Reconocer en los demás el esfuerzo por servir.
- Acostumbrarnos a dar las gracias diariamente.
- Insertar en nuestra vida, los pequeños detalles de atención con todas las personas; quizás acomodar una silla, servir un café, abrir la puerta del auto, un saludo cordial, una sonrisa...
Nuestro agradecimiento debe surgir de un corazón grande, sin que nadie te lo recuerde, hacerlo por costumbre ó simplemente para quedar bien.
La Personas que Mas Sirve, es la que Sabe ser Agradecida... No la imites, trata de Aprender a ser Agradecido; las puertas empezarán a abrirse con alegría y amor para ti...