Algunas batallas no son una prueba de fuerza o perseverancia, sino una prueba de sabiduría.
En el camino de la vida, muchas veces llegamos a un punto en el cual enfrentamos situaciones que a primera vista parecen ser un test de nuestra fuerza, perseverancia o deseo de no dejarse vencer. Pero debemos ser cuidadosos porque muchas veces lo que parece perseverancia, no es más que obstinación y ese aparente deseo de no dejarse vencer, no es más que el aferrarnos a lo que estamos acostumbrados.
La mayoría de personas le temen al cambio, muchas veces la vida nos da señales de que nuestro tiempo en un lugar o situación determinado a llegado a su final; esta demás decir que ésta es una situación incomoda que nos causa mucha ansiedad y stress, pero éstos sentimientos y emociones son creados por nosotros mismos; debemos recordar que es la ley natural de la vida, que nada permanece estático todo cambia y evoluciona, y el ser humano no es inmune a esta ley natural, algunas de éstas batallas o pruebas de la vida son puesta en nuestro camino como un test para nuestra inteligencia y sabiduría, para ver si hemos aprendido a distinguir entre cuando usar la fuerza y perseverancia, y cuando saber buscar un camino alternativo.
Para toda situación en ésta vida, hay más de una solución muchas veces, lo que necesitamos es mirar el problema desde otra perspectiva escuchar otras opiniones y puntos de vista con una mentalidad abierta, ojo no significa que debemos hacer lo que un tercero nos dice así porque si; sino que, debemos sopesar otras opiniones y mirar la situación desde otro ángulo.
Para toda situación en ésta vida, hay más de una solución muchas veces, lo que necesitamos es mirar el problema desde otra perspectiva escuchar otras opiniones y puntos de vista con una mentalidad abierta, ojo no significa que debemos hacer lo que un tercero nos dice así porque si; sino que, debemos sopesar otras opiniones y mirar la situación desde otro ángulo.
Recuerden que la situación siempre se ve más fácil desde afuera, pero hay un poco de verdad en ésto, pues la persona que ve la situación desde afuera muchas veces por no estar emocionalmente envuelto en dicha situación tiene la habilidad de ver las cosas por lo que realmente son y no con el aferramiento que nosotros los individuos envueltos tenemos.
Debemos de alguna manera aprender a priorizar las cosas y a darnos cuenta, que es lo verdaderamente importante en la vida y aunque suena un poco cursi y repetitivo la paz y tranquilidad interna, es algo que no tiene precio, una tonelada de oro no puede comprar una onza de paz.
Tómenlo de alguien que vivió algunos años de su vida correteando el oro y el moro sin prestar atención al daño físico y emocional, que puede llevarnos esta obsesión y el privarnos de la felicidad interna necesaria para poder disfrutar de nuestros seres queridos, porque no nos engañemos, nadie puede hacernos feliz, la felicidad viene desde dentro de uno mismo y en la medida que uno sea feliz y se encuentre en paz con uno mismo, seremos capaces de ser felices con nuestros seres queridos.
Recordemos que el éxito de nuestras vidas al final del camino no se mide por la cantidad de oro o dinero amasados; sino, por el avance espiritual y la felicidad interna.
Las lecciones que la vida nos da, son para fortalecernos de carácter y espíritu, y las pruebas son la manera que la vida tiene para ver si asimilamos bien las lecciones.
De esta manera les digo algo que alguien me dijo hace muchas años una frase que siempre me acompaña en momentos de prueba: ...“ El acero se forja a mil grados”, para muchos ésta frase quizá no tenga mucho significado, pero el acero es uno de los metales más fuertes que existe, pero aún así; para convertirse en lo que es, debe forjarse a increíblemente altas temperaturas, por eso en momentos de dificultad y prueba siempre debemos recordar que esta lección y pruebas que la vida nos da es su manera de tratar de hacernos espiritual e internamente tan fuertes como el acero y no olvidar: ALGUNAS BATALLAS NO SON UNA PRUEBA DE FUERZA; SINO DE SABIDURIA, DE SABER DISTINGUIR CUANDO AVANZAR Y CUANDO BUSCAR OTRO CAMINO.
Autor: Walter G. Palomino.
Autor: Walter G. Palomino.