La dualidad Ying - Yang, corresponde a la Filosofía Oriental, a el país de La China, siendo uno de los símbolos mas conocido en esta parte del continente occidental, sin darse a conocer del todo a que escuela corresponde y mas bien considerado como un símbolo que agrupa diferentes filosofías o escuelas de pensamiento oriental.
Yin Yang, representa la dinámica polar que involucra a todo lo existente, es la energía dual, representada de forma explicita como la Unidad, el Uno como principio del Ser.
Esta figura tan conocida del Ying - Yang representa la armonía que surge del exacto equilibrio de estas dos fuerzas o figuras que si bien es cierto se contraponen, también es necesario precisar que se complementan y de ahí surge el equilibrio y la armonía perfecta.
Una de las dos fuerzas o figuras pueden contener mayor energía ying ó yang, pero se equilibra con la otra que le proporciona lo que compensa esa carencia.
Para los chinos, el Ying es la fuerza que representa la oscuridad, la pasividad, la quietud; y por otro lado, el Yang representa la claridad (luminosidad), la actividad y el movimiento. El Ying se relaciona con lo femenino y el Yang, con lo masculino.
Las dos figuras internas (blanca y negra) representan el chi en una constante generación de aumento y disminución. El blanco representa la energía Yang mientras que el negro la energía Ying. Una crece hasta un punto en que inevitablemente se transforma en su opuesto.
Los pequeños círculos son opuestos, vale decir hay un pequeño círculo blanco en el espacio negro y viceversa. La simetría que hay entre ellos representa el equilibrio entre las fuerzas. Este simple esquema encierra un profundo misterio y verdad “todo elemento contiene a su opuesto”.
El ying y el yang también se representan en los cinco elementos, que, según la creencia china, integran todas las formas de vida. Así mismo, entre estos cinco elementos (el agua, la madera, el fuego, la tierra y el metal) existe una interacción en forma de un ciclo dinámico de apoyo y oposición. El agua ayuda a la madera, por ejemplo, ya que el agua hace crecer los árboles, pero también destruye y apaga el fuego.
El chi (energía) humano puede clasificarse de cuerdo con los cinco elementos y usarse para determinar tanto el estado de salud como el de enfermedad. Una persona con un exceso de energía de madera se muestra irascible y está más expuesta a enfermar del hígado, mientras que otra con carencia de energía de agua padece de piel seca y manos y pies calientes. Un buen equilibrio entre los cinco elementos significa un buen estado de salud y una armonía mental.
Por eso es importante que vivamos en armonía y no en conflicto con las energías naturales del mundo. Esto incluye la adaptación de nuestros niveles de actividad a las estaciones del año y consumir alimentos que posean las características adecuadas para nuestro desarrollo.